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30/01/2015
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Del amor y otras decisiones

Por lo general salir a caminar en las mañanas me relaja. En el parque, el aire, sol, el verdor y mi música me dan energía para el resto del día, pero ayer no fue el caso, pués venía pensando en una decision que tenía que tomar y no podia seguir postergando. Armé el monólogo en mi cabeza más o menos como sigue:

“Nos conocemos casi desde que tengo uso de razón. Ha sido una relación mas bién tormentosa la que tenemos tu y yo, un círculo vicioso del que me quiero salir, pero no puedo.

Al principio no fue así. Al principio me parecías increible, no me cansaba de verte, de tenerte siempre conmigo, eras una fuente constante de felicidad. No podia ni imaginarme lo que pasaría mas adelante.

Con el correr de los años he comprendido que esta relación con todo y sus altibajos es para toda la vida. Me has dado muchas opciones, pero ninguna me parece la adecuada. Te quiero a ti, aunque me hagas daño, porque estoy obsesionada, porque no quiero conformarme con migajas. O es todo o es nada, así que creo que llego la hora de tomar una decisión.”

Así que envalentonada entré a la cocina, los saqué a todos de la alacena, decidida a darles el discurso de loca de manicomio que tenía preparado, y me sabía de memoria, los puse uno al lado del otro: los de leche, el blanco, los de frutas y nueces, los oscuros al 60 y 70 por ciento, los de maní, los de caramelo, más de leche, los de seasalt, en fin, todos amontonaditos y tentándome, cuando sola me reí de mi ocurrencia, imaginándome la escena.

Lo que me llevó a mi reflexión más seria: durante toda la vida debemos elegir el camino a seguir. No siempre la decisión sera fácil, ni las circunstancias las mismas. Poniendo al chocolate otra vez de ejemplo, al principio, de niña cuando lo conocí, comérmelo me daba una felicidad absoluta. En esos momentos nunca pensé si me engordaba, o si me llenaría de celulitis, o si me daría diábetes o si es bueno para el corazón, pero a medida que me volvía mayor me daba cuenta de todo lo que me produce, además de felicidad. Empecé a sopezar las opciones: oscuro si estoy a dieta, con maní y poquito si voy al cine, sin azúcar para evitar enfermedades y una barra entera de chocolate de leche si me siento triste, porque me consuela.

Decisiones.

Sobre ellas se basa la vida y debemos tomarlas con responsabilidad. A veces serán acertadas, otras no tanto. Lo cierto es que aunque todas ellas acarrean consecuencias buenas o malas, hay que tomarlas sin esperar a que alguien más lo haga por nosotros. Porque de nuestras decisiones depende, el camino que queremos recorrer en esta vida.

Por lo pronto mi decisión sobre si dejar o no el chocolate es: que se queda en mi vida, pero con moderación, porque aunque me encanta, quiero cuidar de mi salud y de mi cuerpo. Y más me quiero yo.

“You have brains in your head.You have feet in your shoes.

You can steer yourself any direction you choose.You are on your own.

And you know what you know.

And YOU are the guy who will decide where to go”.

-Dr Seuss

Millie

8 Responses

  1. Milly

    Muy sabia tu reflexion!!!!!

  2. Andrea Lustgarten

    Me senti totalmente identificada!! Demasiado bueno miss you!!

  3. Yael

    Funny, este post aplica a todo tipo de decisions… y en mi caso, en este especifico momento siento que me lo escribiste a mi.
    So again, gracias!
    Gracias por siempre estar ahi!
    Gracias por todo!

  4. Dafna

    Sorry yael. Me lo escribió a mi Hahahaha. Yo también me sentí identificada tanto como con el chocolate como con las decisiones actuales en mi vida. Love u Millie. Excelente artículo. Me encanto

  5. Daniela

    jajajaja me encanto!

  6. Luisa

    Wow tia! Pronto estaremos leyendo esto en los grandes libros!
    Te quiero y te extraño!

  7. Amy

    Millie:
    Excelente reflexion!!! Me encanto y muy cierta!! Asi mismo es!!!!

  8. Arianne

    Buenisimo tia Millie!!

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